vivacopier
@vivacopier
Cuando el foco se centra en productividad transversal y control de costes, la clave pasa por ordenar los flujos cotidianos y evitar que la impresora sea un cuello de botella, por eso muchas oficinas se inclinan por catálogos de impresoras de oficina con políticas de cuotas por usuario, monitorización de consumibles y avisos proactivos para mantenimiento que evitan parones imprevistos en horas críticas; esta misma lógica sugiere evaluar impresoras para oficinas según métricas objetivas como coste total de propiedad, tiempo de primera página, seguridad documental y facilidad de uso para personal no técnico. En organizaciones con varios departamentos, un parque estandarizado de fotocopiadoras de oficina reduce el caos de drivers, simplifica la formación y permite acuerdos de servicio homogéneos que acortan los tiempos de respuesta cuando surge una incidencia